¡Hola amig@s!

Por fin, ¡ha vuelto el cole! Después de la incertidumbre de las últimas semanas y tras 6 meses sin acudir a clase, mis nietos poco a poco se van incorporando a esta nueva normalidad.

Por un lado, están contentos por volver a reencontrase con sus compañeros y sus profesores pero por otro lado, tienen ciertas dudas por cómo será este nuevo curso.

De lo que sí están concienciados es que este curso va a ser muy diferente a lo que ellos conocen y están acostumbrados. La crisis sanitaria del coronavirus nos obliga a extremar al máximo las medidas de higiene y de distanciamiento social ya que, de momento, es la única forma de evitar los contagios.

Así que este año, la mochila se llena de nuevo “material” como son las mascarillas y el gel hidroalcohólico, con lo que llevamos ya conviviendo desde hace meses. Mis nietos ya están más que acostumbrados a ponerse la mascarilla cada vez que están en un lugar público o se relacionan con otras personas. ¡Hasta cuando vienen a visitarme las llevan puestas y no se las quitan nada más que para comer! Y qué decir del gel, se pasan el día lavándose las manos con ese liquidito.

Otra de las medidas más importantes a la que se tienen que enfrentar este año es al distanciamiento social con sus amiguitos y compañeros. Aunque al principio les va a resultar difícil mantenerse alejados los unos de los otros, estoy convencida de que van a respetar esta nueva regla.

Seguramente estas nuevas normas les puedan resultar incómodas a los niños pero es la forma adecuada para vencer al coronavirus y poder recuperar la “antigua normalidad” lo antes posible.

Mucho ánimo a todos los niños, padres y abuelos en esta nueva “vuelta al cole”. ¡Con paciencia, conciencia y mucho amor superaremos los retos que tenemos por delante!

¡Nos vemos en el siguiente consejo!