Hola querid@s,
¿Quién no ha tenido alguna vez amigdalitis? Esta enfermedad, que todos conocemos comúnmente como anginas, viene acompañada de tos, dolor de garganta y oídos, fiebre… y me preguntareis que cómo me se los síntomas con tanta precisión. ¡Pues porque mi nieto todos los años sin excepción tiene amigdalitis!
No se trata de una enfermedad grave, ni mucho menos, pero sí que es molesta, ya que dura varios días y requiere de descanso y reposo para poder recuperarse.
El primer paso para tratar las anginas es acudir al especialista, que valorará su tipología, así como las causas y aplicará el tratamiento más conveniente.
Adicionalmente a los consejos médicos, existen otros remedios naturales para acelerar la recuperación y, por supuesto, para calmar el dolor, que yo siempre pongo en práctica.
Para el dolor de garganta, nada mejor que hacer gárgaras con una infusión de caléndula, planta que tiene propiedades curativas y que ayuda a disminuir la inflación de las amígdalas, reduciendo el dolor de garganta.
También es mano de santo una infusión de tomillo con miel y limón.
¡Evita las bebidas calientes! Aunque suene raro, tomar bebidas calentitas no beneficia en nada a tus anginas.
Para combatir la inflamación y el dolor lo recomendable es tomar líquidos a temperatura ambiente o templados.
Otro de los remedios caseros para las amígdalas inflamadas es el romero. ¿Qué necesitas? Vino blanco (medio vaso, aproximadamente), dos cucharaditas de miel y un par de ramas de romero. Mezcla todos los ingredientes en un cazo y hiérvelo durante unos minutos. Cuando esté listo, cuela el líquido y haz gárgaras 3 ó 4 veces al día. ¡Cuidado no te quemes! Tienes que esperar a que esté tibio.
Por supuesto, como os suelo decir en la mayoría de los consejos, si el dolor no remite aplicando los remedios naturales o si la inflamación viene acompañada de fiebre, debes ir a tu médico para que evalúe el grado de la enfermedad y proceda, si fuera necesario, a prescribir medicación.
¿Me ayudas a engordar mi libro de remedios? ¡Cuéntame los tuyos!
¡Os espero en el siguiente consejo!