Pues sí jovenzuelos, sí. Justamente eso me dijo mi nieta el otro día cuando vino a verme a casa. – ¡Abuela, llevo tres días sin ir al baño!.

Como abuela experimentada yo ya sabía que lo que quería era que le diera algún consejito de los míos para ayudarla con su estreñimiento. Pues dicho y hecho. Así lo hice y comencé a contarle que lo mejor para prevenir ese tipo de problemas es comer alimentos ricos en fibras, frutas, verduras, semillas y cereales (pan negro, pan de semillas, pan integral…) y beber mucha agua, por lo menos dos litros al día.

Pero como aquí el problema no era prevenir, sino solucionar, le conté algunos de los remedios que conozco. Le dije, por ejemplo, que el más conocido y el que más se utilizaba en el pueblo era el de comer ciruelas secas o en su jugo, que son ricas en fibra. Mi madre me ponía tres o cuatro ciruelas secas en un vaso con un poco de agua antes de irme dormir, y por la mañana hacía que me las tomara junto con el jugo.

Otra de las cosas que ayudarían a mejorar el problema es el comer plátano y manzana. Un plátano aporta, de media, un 12% de la cantidad de fibra diaria recomendada y la manzana contiene pectina, una sustancia que promueve el funcionamiento del intestino. O también comer vegetales verdes como la col rizado, las endivias y la espinaca que son una fuente de fibra y de aceites grasos Omega 3, que ayudan al movimiento de los intestinos.

De momento parece que estos remedios la han ayudado pero ya le he dicho que si el problema persiste lo mejor es ir a su médico habitual que será el que mejor la pueda ayudar.

Bueno, ¿y a tí que “remedios de la abuela” te gusta utilizar en estos casos? .