Hola jovenzuelos,
¡No te comas las uñas! Ésta es la frase que más le repito a mi nieta cada vez que la veo. ¡Vaya manía más fea! En cuanto me descuido ya está otra vez con los dedos en la boca pegándose mordisquitos como un ratoncillo.
Un remedio muy efectivo que uso con ella es el de mojarle los dedos en sal, ajo o limón. Así cuando va a morderse las uñas nota el sabor y se los saca de la boca de manera inmediata. Otras veces he optado por clavarle las uñas en una pastilla de jabón para que al mordérselas notase un sabor desagradable o por untarle en las uñas algún aceite amargo. También existen productos específicos para los que no es necesaria una prescripción médica y en las farmacias o tiendas de cosméticos se pueden comprar esmaltes con sabor amargo. ¡Facilísimo de aplicar!
Otros trucos para evitar morderse las uñas son mascar chicle o regaliz, entretenerse estrujando una pelota anti estrés o incluso, dejarse las uñas muy cortitas para no caer en la tentación.
Pero hay muchas otras formas de dejar este hábito. Mi hija, por ejemplo, se hace la manicura. De esta forma, lleva las uñas siempre perfectamente arregladas para no mordérselas.
Si conocéis algún remedio natural para no comerse las uñas ¡contádmelo! Con vuestra ayuda podré ampliar mi repertorio de consejos de la abuela.
¡Hasta luego chicos!