Hola chicos,

Mis nietos son unos apasionados de la natación. Da igual si es invierno o verano, les encanta ir a la piscina. Pueden estar horas y horas en el agua sin parar de nadar ¡qué barbaridad! Yo sólo de pensarlo ya me canso. Bueno, pues siempre les pasa lo mismo. De tanta exposición al agua con cloro de las piscinas vuelven a casa con los ojos rojos y claro ¡recurren a su abuela! Si es que esos productos químicos… ¡mira que les digo que no sumerjan la cabeza en el agua sin las gafas!

Yo, que ya me olía que volverían con los ojillos doloridos, me acerqué a su casa para prepararles uno de mis remedios. Yo siempre les hago un ungüento con huevo que es facilísimo. Consiste en separar la clara del huevo, batirla suavemente y extenderla sobre los ojos. Mis nietos siempre me dicen que el ardor de ojos enseguida desaparece y al día siguiente se levantan como una rosa. ¡Sin nada de inflamación! Pero este año, como no tenían ni un solo huevo en el frigorífico, he tenido que cambiar de remedio. ¡Menos mal que yo siempre suelo tener más de una solución!

En esta ocasión he utilizado unos trocitos de carne cruda de pollo (si tienes de vacuno también sirve jajaja). ¡Qué graciosos estaban mis nietos con los filetes sobre los ojos! Les he dicho que si la próxima vez no tienen ni huevos ni carne cruda también pueden usar cuajada de leche.

Si utilizas algún otro remedio para la inflamación y el ardor de ojos ¡cuéntamelos! Así amplío mi repertorio.