¡Hola chic@s!

¡Vaya nochecita he pasado! Resulta que este fin de semana mi hija se ha ido de viaje y me he quedado al cuidado de mis nietos. Y no sé cómo, pero siempre que me quedo sola con ellos alguno se me pone enfermo. Esta vez ha sido la más pequeña, que ha estado toda la noche con fiebre…

En esta situación, lo primero que hago para bajar la fiebre es colocar una toalla mojada con agua fría sobre la frente y pasarla también por los brazos y por las piernas.

Otro gran truco, y bastante efectivo, ¡aunque os resulte un poco raro! es colocar unas rodajas de cebolla o de patata en los pies. Yo este remedio lo llevo usando desde que mis hijos eran pequeños y siempre me ha funcionado. Y es que tanto la cebolla como la patata se caracterizan por sus propiedades antiinflamatorias.

Para combatir la fiebre también es esencial beber bastante agua de manera continua y no comer demasiado. Entre los alimentos que ayudan a bajar la fiebre, aunque os resulte extraño, están las pasas, el jengibre o el ajo caliente. Y por supuesto mucho líquido: sopas, zumos… Ahh, y no me podía olvidar de la infusión de pétalos de flor de girasol. La forma de tomarla no es como un té normal sino que debe darse un par de cucharaditas cada 2 o 3 horas.

Por supuesto, todos estos remedios tienen que ir acompañados de reposo. La ropa debe ser ligera, y no se debe de estar demasiado abrigado.

Estos remedios son grandes aliados para combatir la fiebre pero, como ya sabéis, es fundamental contar con una valoración por parte de un médico.

Como siempre os digo, me encanta que compartáis conmigo vuestros propios remedios naturales para, llegado el caso, ponerlos en práctica.

 

¡Os espero en el próximo!

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