¡Hola jovenzuelos!

Ayyy el aire acondicionado… La de “discusiones” que genera. Que si unos tienen frio y suben la temperatura, que si otros se asan de calor y bajan los grados… Vamos, que yo no conozco a nadie que esté contento con la temperatura.

Yo, como vivo sola, no tengo esos problemas pero mi hija por ejemplo, cuando empieza a hacer calor empieza a quejarse del frío que hace en su oficina. Pero sin ir más lejos, en su propia casa le pasa lo mismo, con su marido. Si por mi yerno fuera, la casa parecería un iglú. Y el problema de estos desajustes con el aire acondicionado y las temperaturas es que acabas pillando un resfriado de lo más en plenos meses de verano. ¡El mundo al revés!

Para evitar ponerte enfermo por culpa del aire acondicionado es aconsejable tener presentes algunos trucos que nos pueden salvar en momentos de “ola de frío”.

El primer consejo de principiante es tener a mano alguna prenda de abrigo en tu lugar de trabajo como una chaquetilla o jersey.

Eso sí, deberíamos evitar tener que llegar a esa situación límite de abrigarnos por culpa del aire acondicionado. Lo recomendable es programar la temperatura entre los 22 y los 24 grados.

Y es que, aunque parezca impensable, el exceso o mal uso de los aires acondicionados son la causa de muchas sinusitis, laringitis o catarros durante la época estival.

Así que, ya sabes, haz caso a la abuela.

¡Nos vemos en el siguiente consejo!  

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