La sintomatología de la gripe y la del resfriado son muy similares (tos, mucosidad, dolor de cabeza o de garganta, etc.), aunque los síntomas de la gripe suelen ser más pronunciados, con fiebre más alta acompañada de dolor muscular y malestar general más marcado.

La gripe estacional es muy contagiosa y con una gravedad que varía de una persona a otra. Quienes tienen un riesgo más alto de sufrir complicaciones por causa de la gripe son las persones mayores y las que presentan otras enfermedades.

La gripe se puede prevenir mediante la vacunación, mientras que el resfriado no.

LA GRIPE

La gripe es una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias causada por un virus, que aparece generalmente durante los meses de invierno y de forma epidémica. Una de sus características más importantes es la elevada capacidad de transmisión de una persona a otra, afectando a todos los grupos de población.

El virus de la gripe es contagioso desde un día antes del desarrollo de los síntomas hasta cinco días después. Estos síntomas pueden durar de una a dos semanas. Entre un 30% y un 50% de las personas infectadas por el virus de la gripe pueden permanecer asintomáticas, pero son capaces de transmitirlo a otras personas.

Se trata de una enfermedad que empieza de golpe, con fiebre alta (puede llegar a 39-40º C), dolores de cabeza y musculares con malestar general (sensación de “trancazo”), faringitis y posibilidad de tos seca. También puede ocasionar diarrea, náuseas y vómitos, sobre todo en los niños.

No hay una medicación específica para curar la gripe, pero sí para aliviar sus síntomas y hacerla más llevadera para el paciente.

Anualmente se establece una campaña de vacunación contra la gripe dirigida a los principales grupos de riesgo. Los virus de la gripe cambian de una temporada a otra y, por ello, hay que vacunarse cada año para protegerse de los virus que llegarán el invierno inmediato. El período ideal para hacerlo es en otoño.

Por desgracia, la vacunación no siempre impide contraerla: la efectividad depende del grado de similitud entre las cepas vacunales y las cepas de los virus circulantes -justamente, por lo que hemos dicho antes de la elevada variabilidad de estos virus-. Además, en muchos casos, los síntomas gripales que aparecen en las persones vacunadas, no son gripe sino otras enfermedades, también víricas como el mismo resfriado, frecuentes en la época de la vacunación.

EL RESFRIADO

El resfriado es una enfermedad infecciosa leve de las vías respiratorias que puede ser ocasionada por más de 200 virus distintos. Los síntomas que pueden presentarse (todos o sólo algunos de ellos) son: rinorrea (aumento de la mucosidad nasal) y/o sensación de nariz tapada, tos, ojos llorosos y faringitis. Dichos síntomas duran entre tres y cuatro días y el cuadro se cura sin tratamiento, aunque existen medicamentos adecuados para mitigar la sintomatología mencionada. Se pueden padecer entre dos y cinco resfriados al año, teniendo en cuenta que los niños pequeños pueden incluso tener más.

Tanto la gripe como el resfriado se transmiten con facilidad de una persona a otra de tres maneras:

  • Por pequeñas gotas que se expulsan al toser o estornudar.
  • Por contacto de la piel u oral con personas enfermas.
  • Por tocar o compartir utensilios (cubiertos, vasos…) y otros objetos sin limpiarlos debidamente.

Si está usted resfriado o con gripe, o convive con alguien que lo está, siga estos consejos de higiene: 

  • Límpiese a menudo las manos y utilice pañuelos de un solo uso para sonarse y para taparse la boca y la nariz cuando tosa o estornude.
  • Tire los pañuelos de papel a la basura.
  • Ventile la habitación abriendo la ventana varias veces al día.

Los antibióticos no curan, ni tampoco previenen, el resfriado ni la gripe. Sin embargo, hay medicamentos que ayudan a aliviar sus síntomas, como el dolor de cabeza, la fiebre y las otras molestias.

También se pueden seguir una serie de recomendaciones útiles para aliviar los síntomas:

  • Descanse y cuide su salud.
  • Beba agua, zumos, caldos o infusiones. Le ayudará a fluidificar la mucosidad, calmar la tos y el dolor de garganta. También le ayudará tomar una ducha o un baño de agua tibia.
  • Evite fumar. Puede ser un buen momento para dejar definitivamente el tabaco.
  • Para la irritación de la garganta van bien, con moderación, los caramelos sin azúcar.
  • Para respirar mejor por la noche y conseguir que no se le seque tanto la garganta y le provoque tos, puede utilizar un humidificador o poner un vaso de agua sobre el radiador.
  • Sobre todo, cuando tenga un resfriado o la gripe no deje ningún otro tratamiento que esté siguiendo.

Debe consultar a su médico en los casos siguientes:

  • Si no mejora a partir del cuarto o el quinto día.
  • Si los síntomas son graves o muy intensos, por ejemplo ahogo, fiebre superior a 39-40ºC, delirio o desorientación.
  • Si es usted una persona mayor.
  • Si sufre enfermedades crónicas graves y/o importantes.
  • Si está usted embarazada.
  • Si la persona afectada es un niño menor de seis meses.